Sin embargo, unos segundos más tarde, otro misil impactó en su coche, cuando éste había recorrido unos 800 metros.
[3] Los supervivientes heridos en el segundo coche fueron trasladados al tercer coche y habían recorrido unos 1,6 kilómetros antes de que un tercer misil lanzado por el dron israelí lo impactara, matando a los siete trabajadores humanitarios.
[2] El ataque obligó a World Central Kitchen a suspender sus operaciones en la Franja de Gaza, y su directora ejecutiva, Erin Gore, dijo en un comunicado: «Esto no es sólo un ataque contra WCK, es un ataque contra organizaciones humanitarias que aparecen en las situaciones más espantosas donde los alimentos se utilizan como arma de guerra.
[8] Australia, Catar, Estados Unidos, la Unión Europea y muchas otras entidades políticas condenaron a Israel por el ataque.
Este fallo fue en respuesta a las medidas provisionales ordenadas en el caso Sudáfrica contra Israel por violación de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, donde Sudáfrica había presentado una segunda solicitud de medidas adicionales, solicitando al tribunal que ordenara medidas de emergencia adicionales para exigir que Israel proporcionara asistencia humanitaria para hacer frente al hambre y la hambruna en Gaza.
La organización humanitaria presentó una denuncia ante Israel por este incidente y exigió garantizar la seguridad de sus trabajadores.
Según fuentes militares israelíes, se vio a un hombre armado en el camión que había llegado al almacén.
Tanto el camión como el hombre armado se habían quedado en el almacén[4] —Según la investigación posterior de las FDI ese hombre armado era en realidad un trabajador humanitario, que llevaba una bolsa—,[23] pero los tres coches partieron por una ruta coordinada y previamente aprobada con el ejército israelí.
Admitieron además haber matado a los trabajadores humanitarios, afirmando que los operadores de drones dispararon tres misiles contra los coches del WCK, destruyendo los coches uno por uno entre las 23:09h y las 23:13h, a pesar de que algunos trabajadores humanitarios supervivientes se trasladaron entre los coches en un intento escapar[32] y que los tres ataques aéreos violaban los procedimientos del Ejército israelí.
Las pruebas de la investigación fueron entregadas al Fiscal General Militar, para determinar si hubo una conducta criminal.
No es suficiente simplemente tratar de evitar más muertes humanitarias, que ahora se acercan a las 200.
[33] El experto en derecho internacional Douglas Guilfoyle escribió que el ataque «fue casi con certeza un crimen de guerra.
[34] Las FDI identificaron a dos de los soldados que, según dijeron, eran responsables del ataque.
Entre los siete trabajadores humanitarios muertos en el ataque se confirmó que había ciudadanos británicos, australianos, polacos, palestinos y con doble nacionalidad estadounidense-canadiense.
[45] Entre las organizaciones que han decidido suspender sus operaciones se encuentran Anera y Project HOPE; el responsable de relaciones con los medios de Anera, Steve Fake, afirmó que «la naturaleza descarada del ataque al convoy de WCK ha demostrado que los trabajadores humanitarios están actualmente bajo ataque».
[51] La directora ejecutiva de WCK, Erin Gore, dijo en un comunicado: «esto no es sólo un ataque contra WCK, es un ataque contra organizaciones humanitarias que aparecen en las situaciones más espantosas donde los alimentos se utilizan como arma de guerra.
[6] Gore continuó afirmando que: «Nosotros, World Central Kitchen y el mundo, perdimos hermosas vidas hoy debido a un ataque selectivo de las FDI».
Estas son personas... ángeles... serví junto a ellos en Ucrania, Gaza, Turquía, Marruecos, Bahamas, Indonesia.
[25] En una declaración separada, Andrés dijo: «Los ataques aéreos contra nuestro convoy no fueron simplemente un desafortunado error en la niebla de la guerra.
Fue un ataque directo contra vehículos claramente señalizados cuyos movimientos eran conocidos por las FDI».
[57] Las FDI dijeron en un comunicado que están «llevando a cabo una revisión exhaustiva al más alto nivel para comprender las circunstancias de este trágico incidente».
[6] El primer ministro Benjamín Netanyahu describió el ataque como un incidente trágico en el que las fuerzas israelíes atacaron involuntariamente a personas inocentes.