[10] El borrado bisexual es a menudo una manifestación de bifobia, aunque no implica necesariamente antagonismo o malicia.
Esta motivación explicaría la comodidad de pensar que los bisexuales son homosexuales o heterosexuales cuya identidad aún no se ha fijado, marginando e invisibilizando la bisexualidad en el seno de la comunidad LGBT.
En primer lugar la bisexualidad sería jurídicamente irrelevante para los demandantes, a los cuales se considera sistemáticamente como heterosexuales o, en sju defecto, homosexuales.
[19] Otro psicólogo especializado en la homosexualidad, Richard C. Friedman, ha afirmado que una gran cantidad de hombres que se identifican como gais han tenido fantasías eróticas con mujeres o han tenido sexo con mujeres aún convencidos de su homosexualidad.
De la misma forma, un hombre bisexual puede quere negar su atracción hacia otros hombre para mantener su estatus en una sociedad heteronormativa, así como evitar el rechazo y la violencia social de la bifobia u homofobia.
[20] Un estudio indicaría que el 20,7% de los hombres heterosexuales consumen pornografía gay y un 7,5% declararan haber mantenido relaciones sexuales aquileanas en los últimos seis meses, mientras que el 55% de los hombres homosexuales habían visto pornografía heterosexual y el 0,7% declararon haber mantenido relaciones sexuales con una mujer en los últimos seis meses.
Señalando que la mayoría de los hombres identificados como homosexuales veían pornografía heterosexual, pero pocos habían tenido relaciones heterosexuales recientemente, sugiere que muchos hombres autoidentificados como homosexuales tienen fantasías sexuales con mujeres y que, en un mundo ideal, serían abiertamente bisexuales y explorarían libremente el sexo con mujeres, pero la presión social empuja a esos hombres a elegir un sexo u otro para expresar su atracción.
También podría haber una tendencia entre hombres bisexuales en declararse homosexuales para alinearse políticamente con la actividad y el imaginario gay.
[24]Otras mujeres han sido percibidas como "no lo suficientemente radicales" debido a su atracción por hombres cisgénero.
Rodríguez afirma que la bisexualidad fue considerada antifeminista por muchas activistas lesbianas debido a los "deseos implícitos de penetración, dominación sexual y sumisión".
[29]Una manifestación común de esta tendencia consiste en referirse a los bisexuales como heterosexuales cuando están íntimamente involucrados con personas del sexo opuesto y ser etiquetados como homosexuales cuando están involucrados con personas del mismo sexo.
[32] En 2013, un estudio publicado en el Journal of Bisexuality encuestó a treinta personas que se identificaban como parte de las comunidades de lesbianas, gais, queer o bisexuales y sus experiencias individuales con la salida del armario.
En segundo lugar, cuando existe el matrimonio entre personas del mismo sexo, la pareja bisexual suele denominarse lesbiana u homosexual.
Por ejemplo, la ya citada Robyn Ochs fue una de las primeras personas que se casó con una persona del mismo sexo en Estados Unidos y los medios la calificaron en aquel momento como lesbiana, a pesar de que en las entrevistas se identificó como bisexual.
[34] Varios biografía de modernas del poeta romántico Lord Byron, coinciden en que este era bisexual.
[8][24] Sin embargo, estos estudios específicos no fueron de gran ayuda, puesto que contribuyeron a forjar el mito según el cual las personas bisexuales tendrían más probabilidades de transmitir la enfermedad.
Respecto a figuras públicas, los medios tanto homosexuales como los convencionales han decidido plantear describir a personas bisexuales como o bien totalmente homosexuales en el caso de hombres como totalmente heterosexuales en el caso de mujeres.
[46] Freddie Mercury, que según su obituario era "bisexual confeso", es a menudo descrito como gay.
[52] En 2016, la NBC emitió la popular comedia The Good Place, protagonizada por Kristen Bell en el papel de la bisexual Eleanor Shellstrop.
El síndrome del impostor puede definirse como sentirse como un fraude o no tener un sentimiento de pertenencia.
Estos prejuicios se combinan con la discriminación interpersonal y legal para crear problemas que son específicos a la comunidad bisexual.
Por lo general, esto ocurre al negar que la bisexualidad sea una orientación sexual real.