Como este movimiento ocurrió en pleno siglo XIX y al encontrarse Alemania aun sin unificar surgieron multitud de alegorías representando a varios estados alemanes.
Sin embargo algunas ciudades sin independencia alguna también se animaron a crear su alegoría como la misma Berlín con Berolina.
Prusia estaba en su empeño de unificar Alemania, pero eso no le impidió crearse su propia alegoría como hicieron otros estados o ciudades alemanas.
La alegoría en esta ocasión se presentaba menos marcial que de costumbre y en una actitud protectora.
También fue representada en numerosos monumentos, estatuas y relieves, algunas ya retiradas como la de Klaipėda (Memel en alemán), retirada al llegar el ejército soviético a la ciudad y además de que en la actualidad la ciudad se encuentra en territorio lituano.