Su muerte es famosa por varias peculiaridades: el motivo declarado del crimen fue la creencia de su esposo de que Bridget había sido secuestrada por hadas y reemplazada por un cambiante; su esposo afirmó haber matado solo al polimorfo.
El juicio fue seguido de cerca por los periódicos tanto en Irlanda como en Gran Bretaña.
Después del matrimonio, regresó a su pueblo de Ballyvadlea para vivir con sus padres, mientras Michael continuaba trabajando como tonelero en Clonmel.
Evidentemente, había estado enferma durante varios días; se dijo que su diagnóstico era bronquitis.
Le arrojaron orina y la llevaron ante la chimenea para expulsar al supuesto ser sobrenatural.
Michael intentó alimentarla por la fuerza, arrojándola al suelo frente a la chimenea y amenazándola con un tizón ardiendo.
Michael mantuvo a los demás alejados mientras su esposa se quemaba, insistiendo en que era una cambiante y lo había sido durante una semana, y que recuperaría a su esposa de las hadas.
La muerte de Bridget Cleary y la publicidad que rodeó el juicio fueron consideradas políticamente significativas en ese momento.
El New York Times cubrió la historia en abril y nuevamente en julio de 1895.
"[2] Posteriormente, la muerte de Bridget Cleary sería descrita popularmente como "la última bruja quemada en Irlanda" o como "el último juicio por brujería", lo cual es inexacto pues ella nunca fue relacionada con el diablo o actividades malignas, como las brujas condenadas, sino que se creía que ella había sido sustituida por un hada cambiante.
The Burning of Bridget Cleary, de Angela Bourke y The Cooper's Wife is Missing, de Joan Hoff y Marian Yeates, ambas publicadas de forma independiente en 2000, son relatos históricos del caso que intentan contextualizar el asesinato con la creencia en las hadas arraigada en Irlanda durante el período.
En 2019, la cantautora irlandesa Maija Sofia lanzó una canción, "The Wife of Michael Cleary", como parte de un álbum sobre mujeres agraviadas.