[1][2][3][4][5][6] El primer velocímetro automático fue desarrollado por el piloto de rallyes holandés Maus Gatsonides (1911-1998).
Para poder determinar la sobrevelocidad, se mide el tiempo durante el cual el vehículo recorre los dos bucles sucesivos.
La segunda foto registra si el vehículo todavía se detiene o avanza e indica su velocidad.
Esta cámara sólo controla la velocidad y se coloca a lo largo de las carreteras o calles.
La cámara puede acoplarse a un letrero en el que se muestra la velocidad medida en cifras luminiscentes para informar al usuario de la velocidad que se le acaba de medir.
Desde 2020, se han llevado a cabo pruebas con luces estroboscópicas de ruido en varias ciudades holandesas.
[7] Las cámaras semáforo rojo pueden funcionar mediante un bucle por carril, que se instala en la superficie de la carretera.
Los ingresos de las multas instantáneas casi siempre acuden a la hacienda estatal.