Consiste en un recinto lleno de gas con un material absorbente de infrarrojos y un diafragma o membrana flexible.
El aumento de presión resultante deforma la membrana.
La luz reflejada por la membrana es detectada por un fotodiodo y el movimiento de la membrana produce un cambio en la señal del fotodiodo.
La celda Golay tiene una alta sensibilidad y una respuesta plana en una amplia gama de frecuencias.
El rendimiento del detector se degrada en presencia de vibraciones mecánicas.