C-245

Debido al crecimiento demográfico entre los años 1950 y 1975 se construyó la autopista C-32 paralela a la C-245 para permitir más tráfico de mercancías y viajes de largo recorrido.

[1]​ En el año 1991 se redactó un proyecto de remodelación cuya ejecución debía estar terminada en el año 1992 coincidiendo con los Juegos Olímpicos de Barcelona.

Fomento recoge dicha iniciativa en el año 1993 con «Las Directrices para el Planeamiento de las Infraestructuras en el Delta del Llobregat».

Entre 1994 y 1996 se debía de haber redactado el proyecto y ejecutado la obra del enlace de la C-32 (antiguamente A-16) con la A-2, lo que se conoce como la «Pota Sud».

Con este acuerdo se podía pasar a redactar el nuevo proyecto.

[2]​[5]​ En el año 2008 se planteó la conversión de la C-245 en una calle urbana.

[9]​[10]​ La ministra de Fomento Ana Pastor indicó que esta vez las obras no se pararían puesto que sólo se retomaban si había dinero para terminarlas.

[13]​ La longitud del trayecto está planificada en 13-15 km, desde Castelldefels hasta Cornellá de Llobregat.

Las empresas adjudicadas son Bac Engineering Consultancy Group, SOLA GORI Serveis de Arquitectura i Urbanisme, TECMOSIENA y la UTE AIE.

En abril de 2017 se quiso reanudar el trabajo en la «Pota Sud».

[18]​ En julio de 2017 los ayuntamientos afectados por el acceso cerrado en el año 2014 mandaron una misiva al Ministerio pidiendo reabrir el acceso antes del inicio del curso escolar 2017-2018.

[20]​ En dicha rotonda se reúne el tráfico de la C-245 y la C-32.

A su vez, la C-245 recoge tráfico de la A-2 y BV-2002 que tiene como origen o destino la C-32, provocando embotellamientos.