El caño desemboca sin sus colores característicos pues estos se han perdido en la vereda La Cachivera, a la altura del camino real —hoy en día, una carretera— que lo atraviesa.
Durante el verano, las aguas se secan y las plantas rojas tienen entonces su oportunidad para multiplicarse.
Desde ese entonces el río ha sido visitado innumerables ocasiones y participado en producciones como Colombia: Magia Salvaje.
«En cada brecha los nuevos gérmenes apresuran las gestaciones», dice José Eustasio Rivera en La Vorágine, refiriéndose a este tipo de vegetación.
Estas plantas rojas se adhieren fuertemente a las rocas en los lugares donde el río tiene más corriente.