El cambio climático constituye una amenaza importante para el medio ambiente y la población de Madagascar.
El cambio climático ha elevado las temperaturas, alargado la estación seca y provocado tormentas tropicales más intensas.
La población humana es altamente vulnerable debido a los graves impactos sobre el agua y la agricultura, con implicaciones para la seguridad alimentaria.
Una estimación de 2008 utilizando un modelo climático regional situó el aumento entre 1,1 y 2,6 °C, que varía según la topografía, para el período 2046-2065.
[2] Madagascar tiene el mayor riesgo de ciclones en África: sufre entre tres y cuatro al año.
[3] Se espera que los ciclones se vuelvan más intensos debido al cambio climático, pero menos frecuentes, lo que afectará enormemente al país y aumentará el riesgo de inundaciones.
[2] Se prevé que el hábitat adecuado de la selva tropical oriental para los lémures rufos disminuya considerablemente debido a los impactos interactivos del cambio climático y la deforestación en Madagascar.
[3] La agricultura en Madagascar se ve afectada por el cambio climático y los pequeños agricultores son extremadamente vulnerables a sus impactos.
[3] Esto incluye la capital, Antananarivo, donde la disponibilidad de agua podría no ser suficiente para satisfacer la demanda en 2025.
[21] Los brotes de cólera y la desnutrición se han vinculado al cambio climático.