Finalmente, la anfitriona Polonia logró reeditar su victoria del año anterior, mientras que Italia entró en el podio por primera vez, ocupando la segunda plaza.
[4] Los dos primeros clasificados ascienden a la Superliga; los dos últimos descienden a la Segunda División: Los equipos favoritos para la lucha por las dos plazas de ascenso eran Suiza, Bielorrusia, Países Bajos, la República Checa y Grecia, equipos en los que formaban varios campeones y líderes europeos de la temporada.
[5] Tras la primera jornada los Países Bajos ocupaban la primera posición, gracias a cinco victorias en sendas carreras, seguidos a cierta distancia por la República Checa, Bielorrusia y Grecia, mientras que la anfitriona Rumanía y Estonia ocupaban las plazas de descenso.
[6] Sin embargo, los neerlandeses tuvieron una actuación mucho peor en la segunda jornada, por lo que finalmente las puestos de ascenso a la Superliga fueron para la República Checa y Bielorrusia, mientras que Rumanía, por primera vez en su historia, y Estonia descendieron a la Segunda División junto con la retirada Irlanda.
[7] Durante la competición se consiguieron tres nuevos récords del campeonato, a cargo de la bielorrusa Elvira Herman en 100 m vallas, el griego Miltiadis Tentoglou en salto de longitud y la neerlandesa Femke Bolen 400 m. Esta última consiguió además la mejor marca europea del año en su prueba, al igual que la finlandesa Senni Salminen en triple salto.