Su sector medio también posee un canal anexo, subordinado en su alimentación y desagüe al sistema principal, diseñado especialmente para la práctica de disciplinas deportivas acuáticas, entre las cuales destacan el canotaje, eslalon, rafting y surf de remo.
[4] Para su desarrollo se aprovechó la existencia de un curso fluvial natural, el río Bela Vista, al que se modificó adosándole también un sistema de canales y lagunas intercalas y algunas estructuras en barrera para limar la potencia energética que contiene el torrente que desciende por él.
Como este río originalmente presentaba algunas cascadas, las mismas fueron eliminadas al retirar las rocas que las formaban, aunque mantiene las características silvestres, con amplias curvas y selva a su alrededor.
También un mirador con vistas a todo el sector central del complejo.
Al igual que anterior presenta barreras transversales para disminuir la energía del torrente.
Toda la zona se enmarca por el refugio biológico Bela Vista, de frondosa selva.
La primera parte tiene 8 metros de ancho y está constituida por una zanja trapezoidal excavada en el basalto aluvial.
La pendiente es variable: al comienzo y final es fuerte: 5 %, mientras que en el sector media es suave: 0,7 %.
Los sistemas de transferencia de peces del tipo “by-pass”, basados en canales migratorios artificiales, son los que más imitan el curso de un río natural, destacando su eficacia en permitir las migraciones tanto ascendentes como también las descendentes hacia las porciones fluviales río abajo, las cuales son muy necesarias en la ictiofauna sudamericana.
Se construyen con un recorrido muy ondulante o meandroso y fondo en pendiente, pudiendo combinarse con tramos con barreras, además de pozas y pequeñas lagunas, para que los peces se repongan del extenuante ascenso.
[10] Migran por los ríos y sus principales afluentes de toda la cuenca, sin nunca salir de la misma,[11] ni siquiera a aguas salobres, viajando río arriba y volviendo en menos de un año, teniendo actividad reproductiva numerosas veces durante su prolongada vida, siendo además reófilos en sus etapas juveniles.
[20] Si se circunscribe el detalle solo sobre las grandes especies migratorias, las que con mayor facilidad logran ascender hasta las aguas del embalse son: Leporinus obtusidens, Leporinus elongatus seguidos por Prochilodus lineatus y Salminus brasiliensis.
Por último, presenta un paso franco para especies no deseadas, por ejemplo, las exóticas invasivas.
[24] Regionalmente, la construcción de la represa de Itaipú ha generado un grave daño ecológico en general, justificado como el precio que debe pagar la naturaleza en aras del desarrollo humano.
[26] Cuando en el año 1982 se cerró el canal de desvío del río Paraná, las aguas represadas por el dique comenzaron a acumularse y a subir la altura del embalse, y acompañándolas hizo lo propio la ictiofauna que había quedado retenida entre los saltos del Guairá y el cerramiento del canal de desvío, ya que no se implementó ningún tipo de eliminación de la fauna allí contenida.
[28] Sus ictiocenosis no estaban adaptadas a eludir los ataques predatorios de eficientes peces carniceros,[29] como los nativos del río Paraguay y del bajo y medio río Paraná, que habían estado ausentes en los procesos evolutivos de la alta cuenca.
[32] Como contraparte, las especies que habitaban en la cuenca ubicada aguas arriba de los saltos del Guairá, tanto las nativas como varias especies introducidas por vía antrópica,[33][34] con sus vertederos, las turbinas y especialmente con el canal de la Piracema, lograron ellas también expandirse hacia aguas abajo con las mismas características fisicoquímicas en sectores inferiores del río Paraná que les resultaron siempre ajenos, habiéndose capturado por esta razón, ejemplares de esas especies en el extremo nordeste de la Argentina (país en donde antes de construirse Itaipú no habitaban), por ejemplo Leporinus octofasciatus (endémica del alto Paraná),[20] el dorado plateado (Salminus hilarii)[35] y especies amazónicas previamente introducidas en el Paraná superior: la corvina de río gigante (Plagioscion squamosissimus) y[36] y dos especies de tucunarés (Cichla).
Para las competencias se le colocaron grandes obstáculos como bloques y rocas los que también permiten la modulación de las corrientes.