A finales del siglo VI a. C. durante el conflicto entre las ciudades etruscas del interior por la hegemonía sobre el Lacio y sobre Campania, Capua recuperó su importancia debido a su posición entre la Magna Grecia y Etruria.
En el 423 a. C., durante un festival, los samnitas que estaban en Capua, sorprendieron a sus supuestos aliados y se apoderaron de toda la ciudad.
Capua entró en alianza con Roma para protegerse de las tribus montañesas samnitas, junto con sus comunidades dependientes, Casilinum, Calatia, Atela, a la vez que la mayor parte de Campania caía bajo la supremacía romana.
Los caballeros capuanos que se opusieron a la guerra contra los romanos obtuvieron el derecho de ciudad romana y el resto de capuanos recibieron la civitas sine suffragio (ciudadanía sin voto).
Capua continuó manteniendo su administración local con magistrados propios y tuvo la consideración de municipium.
Estos gobernaron toda la Campania hasta la época de Augusto, en la que esta magistratura fue abolida.
En 317 a. C., surgieron disensiones internas y se solicitó al Senado Romano que interviniera.
El Senado introdujo varias regulaciones (a propuesta del pretor L. Furius), que consiguieron restaurar la paz social.
El momento en que la Vía Latina fue ampliada hasta Casilinum es dudoso (probablemente cuando Capua cayó bajo dominio romano, i.e.
Los esfuerzos del general cartaginés para forzar la retirada romana no resultaron y la ciudad comenzó a padecer hambre, por lo que los capuanos se rindieron sin condiciones (211 a. C.).
La ciudad fue castigada: los senadores y nobles fueron ejecutados; otros fueron enviados a lugares lejanos, como la región del Tíber.
No se mató a más gente porque hacían falta para las cosechas de aquella zona tan fértil.
En cualquier caso, Aníbal aprovechó este evento para establecer en la ciudad sus cuarteles de invierno.
Autores como Tito Livio sugieren que las lujosas condiciones de vida de Capua fueron su perdición, puesto que las tropas se volvieron débiles y su moral se vio reducida por el lujo.
Otros autores, Bosworth Smith y posteriores, son escépticos con respecto a esto, y observan que el comportamiento de las tropas fue tan bueno en batalla después de esa estancia como había sido antes.
En cualquier caso, la ciudad fue tomada de nuevo por los romanos tras un largo asedio en el año 211 a. C. y fue severamente castigada.
Tito Livio la llama «urbs maxima opulentissimaque italiae» (la ciudad más grande y rica de Italia).
Al año siguiente, en Capua, Lucio Cornelio Cinna se rebeló contra el Senado Romano.
En la guerra entre Pompeyo y César, los pompeyanos convirtieron Capua en cuartel general, pero la tuvieron que abandonar.
Un intento del año 83 a. C. llegó a establecer formalmente una colonia, pero pronto fue disuelta.
Capua fue en adelante colonia romana, pero los colonos no pudieron disfrutar tranquilos las tierras.
Por otro lado, en el bajo imperio no se encuentran a menudo menciones a la ciudad, pero en el siglo IV fue el centro del consularis Campaniae y su ciudad jefe, aunque Ausonio la coloca por detrás de Mediolanum y de Aquileia en su ordo nobilium urbium.
En el siglo III había declinado un poco, pero aún era la octava ciudad del imperio.
Al ser ocupada en 840 por los sarracenos los habitantes se refugiaron en las montañas, dado que la ciudad sita en una llanura era indefendible.
El territorio de Capua se extendía hasta la desembocadura del Volturno (antiguo Volturnus).
Un grupo de 150 estatuillas de toba que representan a matronas que llevan uno o más niños en su regazo, con tres pesadas inscripciones en latín del primer periodo del Imperio romano.
Se extendía desde el este hasta el oeste delimitado por la Vía Apia, con caminos desde el noroeste al sureste desde Casilinum hasta Calacia, gira directamente hacia el este y muy poco después pasa por el llamado Arco di Adriano (un arco triunfal de buen trabajo de albañilería, con tres aberturas, erigido en honor de un emperador desconocido), y continúa discurriendo en esta dirección durante 1600 m (6000 antiguos pies oscos).
Beloch la fija en 4000 pies oscos (1100 m), ni es absolutamente cierto (aunque es altamente probable, ya que Cicerón alaba su disposición regular y precisas calles) que el plano de la ciudad fuera rectangular.
Beloch (ver abajo) lo atribuye al periodo osco; pero la construcción tal y como la muestra el dibujo de Labruzzi (v.
También se habla de un aedes alba, probablemente la original casa senatorial, que estaría en un espacio abierto conocido como albana.