La línea celular H295R que produce esteroides, sensible a la angiotensina II y ampliamente utilizada se aisló originalmente de un tumor diagnosticado como carcinoma adrenocortical.
[1][2] El carcinoma adrenocortical puede presentarse de manera diferente en niños y adultos.
[6] El principal factor etiológico del cáncer de la corteza suprarrenal es desconocido.
Se ha demostrado que varios genes son mutantes recurrentes, incluidos TP53, CTNNB1, MEN1, PRKAR1A, RPL22 y DAXX.
Por el contrario, la expresión del gen IGF-II ha demostrado ser alta en carcinomas corticosuprarrenales.
Finalmente, la expresión del gen c-myc es relativamente alta en neoplasmas y, a menudo, está relacionada con un mal pronóstico.
Los estudios radiológicos del abdomen, como las tomografías computarizadas y las imágenes de resonancia magnética son útiles para identificar el sitio del tumor, diferenciarlo de otras enfermedades, como el adenoma adrenocortical y determinar la extensión de la invasión del tumor a los órganos y tejidos circundantes.
Estos estudios son fundamentales para determinar si el tumor puede extirparse quirúrgicamente o no, la única cura potencial en este momento.
Hay varias variantes relativamente raras de carcinoma corticoadrenal: La diagnosis diferencial incluye:[cita requerida] El único tratamiento curativo es la extirpación quirúrgica completa del tumor, que puede realizarse incluso en el caso de invasión en vasos sanguíneos grandes, como la vena renal o la vena cava inferior.
UU. Y Australia, para llevar a cabo el primer ensayo aleatorizado controlado en cáncer de la corteza suprarrenal (estudio FIRM-ACT),[11] comparando estos dos regímenes.