Carlo Ignazio Monza

Comenzó sus estudios musicales bajo la supervisión de Giovanni Andrea Fioroni y posteriormente pasó a ser alumno del célebre maestro Giovanni Battista Sammartini.

En 1785 abandonó su carrera como operista iniciada en 1758, a pesar de que ésta le había reportado numerosos éxitos, para dedicarse en exclusiva a la composición de música sacra.

En sus dramas se puede apreciar el influjo que la ópera francesa tuvo sobre la italiana a partir de la segunda mitad del siglo XVIII.

En 1766 estrenó Oreste (con libreto de Mattia Verazi) en Turín; y en 1784 presentó Ifigenia in Tauride (con libreto de Marco Coltellini) en su ciudad natal.

Estas dos óperas incluyen diversos elementos característicos de la lírica francesa: escenas más elaboradas, coros, pantomimas, bailes, un mayor empleo de los recitativos acompañados y melodías más dramáticas que declamatorias.