Después trabajó como marinero unos meses y, a su regreso a México, se doctoró en El Colegio de México con una tesis sobre Miguel de Unamuno, al que dedicó luego varios libros.
Por entonces era ya becario en el Colegio de México, dirigido entonces por Alfonso Reyes.
Su carrera en aquella universidad estaba marcada por su compromiso político con las luchas por los derechos civiles.
En 1969, como asesor del grupo estudiantil chicano MAYA (Asociación de Jóvenes Mexicoamericanos), colaboraba con activistas chicanos y afroamericanos (entre ellos Angela Davis) para establecer un colegio "tercermundista" y comprometido donde las minorías tendrían acceso a una formación educativa de primera categoría.
[2] En El País, Manuel Rodríguez Rivero escribió: "A uno y otro lado del Atlántico centenares de amigos y discípulos han llorado estos días la muerte de un inolvidable maestro.