Carlota Inés de Sajonia-Altenburgo

Desde la infancia fue educada en la antroposofia (filosofía que fundó Rudolf Steiner), siendo discípula de su propio hermano, Jorge Mauricio.

Toda su familia fue seguidora de la antroposofía, incluso cuando emigró al continente americano seguía recibiendo periódicamente las publicaciones sobre esta materia.

Su madre y su hermana, Isabel, se marcharon al este de Alemania, a Ballenstedt, donde permanecieron incluso cuando la zona fue ocupada por los soviéticos años después.

Carlota y su hija Bárbara, marcharon en 1923, llegando a Guatemala en abril del mismo año.

[3]​ Allí se afincaron en Chimaltenango, en un pueblo llamado Osuna Rochela, que pertenecía a San Pedro de Yepocapa.

La familia pasaba por dificultades económicas aunque Segismundo trabajaba como administrador en una finca.

También visitaron Altemburgo, donde se reunieron con el príncipe Federico, hermano de la princesa Carlota.

Carlota volvió a Europa en 1958 para reunirse con Marga Boodts, quien afirmaba ser la gran duquesa Olga Nikoláyevna de Rusia, y con Anna Anderson, la mujer que luchaba por ser reconocida como la gran duquesa Anastasia Nikoláyevna de Rusia.

La princesa Carlota con su familia (1906).