[2] La guerra civil española supuso un retroceso en todas las modalidades deportivas en general.
[3] Estos Juegos Olímpicos de Roma permitieron a las deportistas femeninas españolas volver a las competiciones y al deporte femenino estar presente en las siguientes citas olímpicas desde entonces, a pesar de no haber obtenido resultados muy positivos.
Hubo 5350 participantes de 83 países[4] y España acudió a Roma con tres esgrimistas femeninas como representantes en la competición de florete individual femenino.
Las tiradoras Pilar Tosat y la misma Carmen Vall quedaron eliminadas en la primera ronda[5] y María Shaw, aunque obtuvo dos triunfos en la eliminatoria, no pasó a la siguiente.
Además Valls formó parte de la selección catalana que consiguió la Copa del Generalísimo en 1954.