Se descubrió rápidamente que Tissier no era sino el ejecutor del fundador del Crédit communal, Serge Alexandre Stavisky, que había organizado este fraude de común acuerdo con el diputado y alcalde de Bayona, Dominique-Joseph Garat.
Le Canard enchaîné de esas fechas tituló un artículo Stavisky se ha suicidado con una bala disparada a 3 metros.
La consecuencia fue finalmente la caída del Gobierno de Camille Chautemps.
André Tardieu publicó una lista fantasiosa de parlamentarios que habían «cobrado», a quienes llamaba los «chéquards» (chequistas en sentido despectivo, en tanto que perceptores de cheques bancarios).
Los adversarios del régimen veían en este asunto una nueva prueba de su bajeza moral.