Actualmente es una sólida mole hexagonal, ligeramente alargada, situada sobre la punta oriental de la entrada a su puerto natural, con una altura de 72 metros sobre el nivel del mar.
Sólo en el siglo XVI el castillo fue destruido y reconstruido al menos en diez ocasiones.
No obstante, un repentino temporal permitió la llegada de ayuda, que liberó a los cautivos.
En el siglo XVI se construyó una capilla donde los clérigos de Santañí acudían a celebrar misa para la guarnición.
Fue la última vez que se realizó fuego artillero desde el castillo.