Esta familia tuvo mucha influencia en la corte condal y la ciudad de Barcelona.
Sin embargo, su origen hay que vincularlo al proceso de fortificación de toda esta zona, especialmente intenso a finales del siglo IX y, aún más, en los inicios del X.
El edificio es muy simple, con una nave rectangular y un ábside semicircular, decorado en la parte exterior con arcuaciones lombardas, y con una entrada lateral con arco de medio punto.
La puerta de entrada que hay junto a los pies es posterior, posiblemente del siglo XVII o XVIII.
Presenta dos ventanas junto a mediodía y una en el centro del ábside.