fue una mujer francesa descrita como mística y acusada de brujería en 1731, siendo posteriormente declarada inocente.
Su juicio generó un notable interés, provocando numerosos comentarios entre autores e historiadores contemporáneos.
[1] Con una marcada sensibilidad mística Cadière se sintió atraída por los sermones y el carisma espiritual del P. Girard, a quien conoció en abril de 1728, cuando tenía dieciocho años.
En noviembre, sus convulsiones, en parte maquinadas por sus hermanos, causan conmoción y atraen la atención de los tribunales.
Las violaciones deterioraron su salud, empezó a vomitar, hasta el punto de que apenas podía comer.
Estas múltiples reescrituras, novelísticas, satíricas o polémicas, alimentan la memoria de un asunto que se repite sin cesar.
[5] Voltaire se refiere al asunto en su obra La Pucelle d'Orléans, un poema heroico-cómico en veintiún canciones, publicado en Ginebra en 1752.