Es una zona altamente turística, sobre todo en verano cuando aumenta considerablemente su población, por lo que cuenta con restaurantes, casas de veraneo y alojamiento.
Es reconocida por su balneario bañado por aguas color esmeralda, apta para la natación y la práctica de deportes náuticos.
La pesca artesanal es también una importante actividad económica desarrollada en la caleta del sector.
[2][3] La localidad cuenta con una escuela (Escuela Caleta Chanavayita), una Iglesia católica (Parroquia María Estrella del Mar) inaugurada en 1993 y que en 2021 fue elevada a parroquia, una posta rural inaugurada en 2019 y una compañía de bomberos.
[7] El grueso de sus pobladores autóctonos pertenencen a la etnia changa, habitantes de la zona desde la época precolombina.