Christi nomen

En su publicación en el Acta Sanctae Sedis la encíclica queda enunciada con estas palabras:

Sin embargo hay que tener en cuenta que, en la fecha de la encíclica el cuidado de las Iglesias Orientales correspondía a la Sagrada Congregación de Propaganda Fide, y en concreto a la sección "pro negotiis ritus orientalis".

[2]​ Dicha situación se mantuvo hasta 1917, año en que el papa Benedicto XV creó la Congregación Pro Ecclesia Orientali,[3]​ con total independencia de la de Propagada Fide, Por tanto, a pesar del enunciado genérico con que se presenta la encíclica, su objetivo es apoyar el programa que el papa propone para la formación del clero de las iglesia orientales En este sentido recuerda del papa el modo en que ha venido impulsando las misiones, incluyendo la obtención de medios económicos para esa labor.

Se refiere, a la petición que hizo en la encíclica Sancta Dei civitas, para que desde todas la diócesis se apoyase la labor llevada a cabo por la Obra de Propaganda Fide; la respuesta a esta petición en estos años ha sido generosa, pero la encíclica hace notar que ahora se presenta una necesidad nueva, que necesita de la colaboración de todo el episcopado.

Con la carta apostólica, Praeclara gratulationis,[4]​ hizo el papa una llamada a todos los pueblos del mundo a una unidad de la fe cristiana, de modo que se alcance aquel tiempo prometido por Dios en el que ''habrá un solo redil y un solo Pastor''.