Esta técnica busca captar la tención del espectador y provocarlo mediante escenas violentas con tal de que las imágenes vistas lo lleven a una presa de conciencia a nivel político e ideológico.
No obstante, cada director desarrolla un estilo propio y experimenta de maneras distintas.
El cinema soviético del momento se basa en la idea de transmitir un mensaje ideológico claro.
[3] Eisenstein también recibe una gran influencia japonesa en lo que respecta a la interpretación y el montaje.
Eisenstein defiende, por lo contrario, un cinema que busca una respuesta activa por parte del espectador y un surgimiento de dudas en su conciencia.
Dos ejemplos claros que reflejan el movimiento de conciencia y choque en la mente del espectador son: