En 1966 la Marina portuguesa compró el buque de investigación Dalrymple, que prestó servicio hasta 1983.
Se modificó el armamento para adecuarlo a su nueva misión antiaérea, instalando sendos montajes dobles Mk.
VII con cañones Bofors a los que se añadieron otros dos similares en el centro del barco sobre plataformas elevadas.
Otros sensores electrónicos fueron un transpondedor IFF y un radiogoniómetro de alta frecuencia (HF/DF).
V de cañones Bofors, ampliándose la superestructura para conseguir alojamiento adicional e instalando un palo mayor más alto.