El repechaje de Conmebol clasificatorio al Campeonato Sudamericano 1967 (hoy llamado como Copa América) fue la instancia que determinó que dos de cuatro selecciones afiliadas a la CONMEBOL debían eliminarse entre sí para clasificar al Campeonato Sudamericano 1967 en Uruguay.
Desde su primera edición solamente las selecciones que se afiliaban a la CONMEBOL clasificaban automáticamente al Campeonato Sudamericano.
Hasta la edición 1963, ya habían participado nueve selecciones en el torneo (todas ellas afiliadas a la CONMEBOL) las cuales se habían clasificado automáticamente con tan solo afiliarse (las cuales eran Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay).
Se había decidido que Uruguay fuera excluido de jugar las eliminatorias por ser el anfitrión, y que Venezuela por ser la debutante también fuera excluida de participar en las eliminatorias; con lo cual ambas selecciones se clasificaban automáticamente al torneo.
Luego de la realización del sorteo, las selecciones de Chile, Colombia, Ecuador y Paraguay fueron las escogidas para jugar las eliminatorias; mientras que Argentina y Bolivia clasificaban automáticamente al torneo, debido a que no fueron elegidas para jugar las clasificatorias.