En 1921, se retiró del ciclismo para dedicarse a la promoción de jóvenes ciclistas.
Bajo su protección, aparecieron ciclistas como los hermanos Trueba (Vicente, José y Fermín) o Victorino Otero.
En 1935, convence al director del diario Juan Pujol para organizar una gran prueba ciclistas en España a imagen y semejanza del Tour de Francia o el Giro de Italia.
Para ello ofrece su experiencia de haber seguido a sus discípulos por estas carreras.
Tras la Guerra Civil, colaboró con el diario Ya a la vez que continuaría con su labor organizativa en la Vuelta y otras competiciones, como la prueba Madrid-Lisboa, Madrid-Salamanca-Madrid, Madrid-Oporto o el Campeonato de España por Regiones.