El Clitunno (latín, Clitumnus) es un río que discurre por la región italiana de la Umbría, afluente del Topino.
El nombre es de origen desconocido, pero también lo llevaba el dios fluvial.
Aunque su corriente es normalmente lenta, está sometido como muchos otros ríos en la llanura umbra oriental a repentinos desbordamientos: sólo fue dominado completamente en el siglo XIX, y está contenido mediante diques en gran parte.
Conocido ya en la antigüedad, tenía como numen tutelar el dios Júpiter Clitunno.
Lo cita Virgilio en sus "Geórgicas", que atribuye a sus aguas poderes milagrosos (los bueyes destinados al sacrificio se volvían blancos si se bañaban en sus aguas), mientras el paisaje que lo rodeaba lo describe en una carta Plinio el Joven.