El Cohong obtuvo así un monopolio comercial, en virtud al cual se prohibía a europeos y otros mercaderes chinos de comerciar entre ellos sin la intermediación de un miembro del Cohong.
Como los europeos tenían prohibido adquirir propiedades en China, el Cohong empezó a alquilar sus oficinas a los occidentales, que las convirtieron en factorías comerciales donde residían durante la temporada de comercio de Cantón (otoño e invierno).
Todo esto redundó a su vez en un flujo constante y seguro de ingresos para el gobierno chino, que recaudaba numerosos impuestos y aranceles al tiempo que controlaba firmemente todo el comercio con occidente.
El Cohong estaba supervisado por un funcionario chino al que los británicos llamaban el Hoppo (una deformación de la pronunciación del término hu bu, 户部, que significa "agencia tributaria" – paradójicamente, el hoppo no pertenecía a esa agencia).
[8][9] Al concentrar el comercio exterior de China en sus manos, los miembros del Cohong se hicieron fabulosamente ricos.
Pese a esto, el Cohong solía estar en una posición precaria, pues el Hoppo tenía un enorme poder sobre la selección de miembros del Cohong (a los que podía expulsar del monopolio) como sobre sus finanzas.
[7] Además, debido al bajo estatus que los mercaderes tenían en la sociedad tradicional confuciana, el Cohong estaba generalmente a merced de los burócratas imperiales.
[10] El mandato de un Hoppo duraba tres años, durante los cuales los mercaderes del Cohong se veían obligados a abonar numerosos sobornos, donativos, dádivas y regalos a todos sus superiores, lo que resultaba en una caída de sus beneficios.
[10] Robert Morrison, un misionero y traductor afincado en Cantón a principios del siglo XIX, estimaba que los comerciantes del Cohong gastaban anualmente 425.000 taeles de plata en regalos y sobornos a los funcionarios chinos (unos 20 millones de dólares en la actualidad).
Las contribuciones estaban fijadas en base a las transacciones de los hong del monopolio.
Al principio este impuesto se recaudaba solo sobre el té, pero para finales del siglo XVIII comprendía 69 productos distintos.
Una vez en Cantón, el opio era procesado y enviado al resto de China por el Cohong.