El espacio eclesial está cubierto por bóvedas de crucería estrellada estando la mayor riqueza estructural en el crucero.
A la primitiva sacristía aún se puede acceder por una pequeña puerta practicada en los muros de la capilla lateral del evangelio y está dividida en dos plantas.
La ornamentación es aún más austera que en la fase inicial a causa de las dificultades económicas que se arrastraron a lo largo de todo la construcción del templo.
La nave se ilumina con cuatro ventanales similares a los del crucero y cabecera y un óculo en la zona del coro alto, coro que o nunca llegó a construirse o fue derribado cuando la iglesia se convirtió en Colegiata.
El campanario de dos cuerpos está hecho en ladrillo y muestra cuatro fachadas idénticas.
La torre tardó bastante en construirse no concluyéndose hasta finales del siglo XIX.