[1] A los artilleros recomiendo la puntería, y a todos la mayor disciplina, porque seré inexorable con el que la quebrante; pero en cambio, os juro sobre esta espada y en presencia del Sol de Mayo, que si las balas respetan mi vida como otras veces, no descansaré hasta obtener que el gobierno premie con mano generosa a las familias de los que caigan en defensa de la honra nacional.
El comandante brasileño Juan Francisco de Oliveira Botas, ante la absurda desproporción de fuerzas, lo intimó a la rendición negándose Espora e iniciándose un combate que duró diez horas y sólo finalizó al consumir los 900 tiros de cañón, empleándose en tacos hasta la ropa de los tripulantes, y quedarse sin pólvora, habiendo sufrido 25 muertos o desaparecidos, cuatro piezas desmontadas y presentar serias averías en sus palos.
Sólo entonces rindió la nave: el encargado de recibir la rendición, teniente Joaquim Marques Lisboa, futuro almirante Tamandaré, temiendo acercarse por suponer que Espora haría volar el buque, fue tranquilizado por Espora quien le dijo "Atraque señor oficial con confianza pues le doy mi palabra que están clavados los cañones y no tengo pólvora ni para encender un cigarro".
El 10 de junio Espora y Toll dejaron Montevideo en la corbeta Liberal.
El 13 a las 13:00 horas el 30 de Julio condujo a la escuadra enemiga al capitán Guillermo Eyre y al teniente 1° Antonio Carlos Ferreira (excomandante de la Leal Paulistana, ahora Maldonado), quienes fueron canjeados por Espora y Toll.