De acuerdo a la opinión española más recurrente esa línea pasaba por la isla Cananéia.
Así, el dominio español incluía los territorios ubicados al este del río Uruguay.
Pero Portugal situaba a la línea más al oeste del río Uruguay.
Los otros seis pueblos formaban el departamento de San Miguel, estando todos ubicados entre el río Uruguay, el Yacuy y el Piratiní.
El gobierno portugués de Río Grande del Sur aprovechó la nueva situación y continuó adelante con su política expansionista, fundando poblaciones a lo largo de la frontera y aportando soldados.
[2] Sin haber recibido órdenes del virrey del Brasil, el 4 de julio el gobernador teniente general Sebastião Xavier da Veiga Cabral da Câmara publicó un edicto ordenando que se hiciesen todas las hostilidades que fueran posibles a los españoles.
Los pobladores de Batoví fueron trasladados a 6 kilómetros al este en territorio considerado parte del Brasil.
Éste era un desertor portugués que se presentó ante el comandante de Río Pardo y fue perdonado.
Se ofreció a liderar una partida de peones para tomar los pueblos misioneros, lo cual le fue concedido.
En el camino se le sumaron grupos indígenas con quienes tenían relaciones previas debido al contrabando y que los recibieron como libertadores.
Parte de la guarnición de 150 milicianos guaraníes que custodiaba la zona se plegó a los invasores y el resto huyó, esto se explica por el desencanto que sufrieron los indígenas durante la guerra Guaranítica en la cual los ejércitos españoles colaboraron decisivamente con los portugueses.
Cuando Borges do Canto llegó a San Martín encontró la guardia ocupada por portugueses, por lo que desde ella se lanzó sobre los pueblos misioneros.
[6] Los portugueses pusieron sitio al pueblo de San Miguel Arcángel, cuyo comandante, Francisco Rodrigo, lo defendía con 200 soldados y artillería y pidió 3 días para entregarse, en espera de los refuerzos retrasados por la crecida del río Pirayú.
El 29 de noviembre 100 españoles y 80 indígenas con 2 cañones fueron rechazados en San Borja cuando intentaron por segunda vez reconquistar el pueblo.
El 17 de diciembre se conoció en Río Grande la paz firmada en Europa y el día 20 Correia da Câmara retornó a Río Pardo ante la sospecha del avance de una nueva división española hacia las Misiones Orientales.
[2] Al día siguiente, los españoles intentaron un desembarque en la punta superior del fuerte, pero la artillería portuguesa rechazó a las milicias paraguayas.
Un territorio que el Paraguay pretendió recuperar durante la guerra de la Triple Alianza.
Entre 1810 y 1820, el comandante guaraní Andrés Guazurarí (1778-1821) llegó a recuperar el control de gran parte del territorio ocupado.
El avance portugués durante esta guerra hizo avanzar su frontera conquistando los siguientes territorios: Esas áreas corresponden a los actuales municipios de: São Borja, Santiago, São Luiz Gonzaga, Santo Ângelo, Entre-Ijuís, São Miguel das Missões, Santa Vitória do Palmar, Jaguarão, Arroio Grande, Pedro Osório, Herval, Pinheiro Machado, Bagé, São Gabriel, y la parte de Dom Pedrito en la margen derecha del río Santa María.
[12] Este combate fue el último enfrentamiento hispano-portugués en Sudamérica, ya que ese año el virrey interino Sobremonte y el brigadier Manuel Marques de Sousa pactaron tácitamente un status quo en la frontera.
Pese al pacto, vaqueadores portugueses continuaron realizando avances hasta el río Cuareim.