También modificó sus apellidos, adoptando el nombre "Eugenio Láscaris-Comneno" alegando una genealogía que estudios posteriores han juzgado como ficticia.
Tanto en Zaragoza como en Madrid fue compañero de estudios y amigo del filósofo Gustavo Bueno.
[1] Esa oferta de trabajo le había sido hecha por intermediación del filósofo y diplomático costarricense Luis Barahona Jiménez, quien en ese momento realizaba estudios doctorales en Madrid.
[3] En Costa Rica, Constantino Láscaris alcanzó renombre como docente y como autor de numerosos ensayos y libros, entre ellos El Costarricense, Historia de las ideas filosóficas en Centroamérica, así como Historia de las ideas filosóficas en Costa Rica.
La Asamblea Legislativa de Costa Rica lo hizo Benemérito de la Patria en 1998, declarando que "la filosofía en Costa Rica tiene, en el Doctor Láscaris Comneno, a su fundador indiscutible en el quehacer universitario y sistemático.