[1] Se trataba de una fundación que habitualmente servía como muestra de poder del mecenas o patrón que traía la orden a la ciudad y que fue en la paralelo al establecimiento en Zaragoza de otras órdenes mendicantes en la misma época.
[2] El convento fue exitoso, creándose un segundo en la ciudad en 1602 y pronto hasta nueve en Aragón.
Su posición junto a la Puerta Quemada hizo que pasara a formar parte del perímetro defensivo ideado por Sangenís durante los asedios franceses de 1808-1809.
[3] Fue usado como prisión, siendo en 1900 formalmente redenominado "Penal de San José".
El topónimo siguió en uso, llevando a llamar a la avenida que surgía del antiguo convento Avenida de San José, germen del actual barrio y distrito de San José.