La corona fue diseñada en el año 1912 por el artista sevillano Juan Manuel Rodríguez Ojeda, y encargada su ejecución a la Joyería Reyes de Sevilla.
Posteriormente la hermandad abonó al estado el valor en metálico y recuperó la pieza.
En el año 1991 la hermandad realizó una réplica en bronce de grandes dimensiones para coronar la basílica.
[4] Finalmente, en el año 2013, con motivo del centenario de la corona, la hermandad colocó una placa conmemorativa en la puerta de la joyería, entre otros actos.
Se trata de una pieza del tipo imperial, compuesta por la tradicional ráfaga de rayos, entremezclados con motivos vegetales, constituyendo la primera pieza en utilizar esta ornamentación, coronados por estrellas, y la propia corona.