Está ligada a una estructura cósmica específica, con ritos para comunicar los distintos mundos que en muchas ocasiones giraban alrededor de la música, la marimba, los animeros y curanderos.
[1] La base de la cosmovisión afroecuatoriana se encuentra en la división tripartita tradicional del universo de la siguiente manera:[2] Esto se debe a que la contraparte del Cielo es la Tierra que está dividida en diferentes dimensiones espirituales.
El Cielo si bien es fruto de la evangelización, si tiene más relación con la cosmovisión afro a través del santoral.
Es decir después de la muerte el alma pasa a un plano espiritual pero en el mismo mundo terrenal.
Por esta razón se creía posible el contacto con los vivos, lo que alimenta muchas historias y leyendas.
También había otra posibilidad y era que dentro del mundo terrenal las almas de los niños se queden en una dimensión similar al "limbo".
[5] Dentro de los rituales importantes relacionados con las almas se encuentran: El cortejo entre hombres y mujeres era considerado como una actividad netamente humana, a diferencia del nacimiento y muerte que estaba más ligada a las otras partes del mundo terrenal.
De esta manera se establecía el dualismo caliente, frío o masculino y femenino que eran la base del cortejo.
Esto incentivó a la creación de muchos días festivos, sin embargo su importancia fue mayor en los lugares donde la esclavitud estaba presente, es decir en el valle del chota y en el pacífico colombiano.
Además las fiestas se vieron influenciadas por los hechos políticos de ahí que saldrían composiciones importantes como "Viva Vargas Torres" o el "Fabriciano".
Existen muchos seres fantásticos considerados intangibles y que sin embargo habitan el mundo de los vivos.