Bajo las condiciones adecuadas, producen flores blancas o rosadas desde fines del otoño hasta el invierno.
C. ovata tolera el calor, la sequía, el viento y cierto grado de salinidad en el aire.
La sobreexposición a la radiación solar puede provocar la caída del follaje y quemaduras en las hojas.
Cabe recalcar que con el uso de enraizantes naturales se puede acelerar el proceso.
En jardinería se usa en rocallas o plantada en grandes macetas en el exterior en climas templados.
También se suele utilizar como bonsái de interior ya que puede controlarse muy bien su crecimiento.