Fue la segunda soberana consorte de la Unión de Kalmar, que incluía estos tres reinos nórdicos.
La reina fue encarcelada por órdenes de Sten Sture y permanecería prisionera hasta octubre de 1503, cuando Sten Sture decidió trasladarla a la frontera con Dinamarca.
Cristina fue una mujer sumamente piadosa y de gran apego a la Iglesia católica.
Fundó dos monasterios de monjas, uno en Copenhague y otro en Odense.
Después de la muerte del rey Juan, la reina Cristina vivió en el castillo de Næsbyhovet, en Odense.