Cromford Mill

Fundada por Richard Arkwright en 1771 en Cromford (Derbyshire, Gran Bretaña) fue rápidamente imitada por muchos otras fábricas en Lancashire, Alemania y los Estados Unidos, formando la base de la inmensa fortuna de Arkwright.

Las máquinas para su cardado e hilado ya habían sido desarrolladas pero resultaban poco eficientes y el algodón que producían no alcanzaba la calidad necesaria para formar el tramado del tejido.

Aunque en un principio la primera etapa del proceso en el molino consistía en el cardado a mano del algodón, en 1775 Arkwright obtuvo una segunda patente por una máquina de cardado hidráulica, lo que incrementó significativamente la producción y propagó rápidamente la fama de la factoría de Cromford.

Muchos otros molinos se levantaron bajo su licencia, incluyendo algunos en Lancashire, en Escocia y Alemania.

En 1779, Arkwright ordenó instalar un cañón en la torre para defender la fábrica de los posibles desmanes de otros trabajadores textiles, quienes ya habían incendiado algunos molinos en Birkacre (Lancashire).

Acceso al molino de Arkwright.