Cuarteto de cuerda n.º 15 (Schubert)

[4]​ El primer movimiento presenta un trémolo extenso, que conduce a la repetición de la exposición.

El segundo grupo abre, exactamente como sucede en el Quinteto para cuerdas escrito más tarde y similar a la técnica de algunas obras de Beethoven, no en la clave dominante sino con un tema tranquilo en medio, si bemol, con un ritmo no exactamente el mismo del tema lírico que ralentizó las cosas desde el principio, y agregando textura con acompañamiento de pizzicato.

El clímax del desarrollo conduce a una recapitulación particularmente tranquila, muy variada en su apertura de lo que habíamos escuchado originalmente.

En la coda, la apertura del cuarteto, tanto su ritmo como sus intercambios mayor/menor, tienen una nueva oportunidad de reproducirse.

En el compás 426, Schubert reinterpreta enarmónicamente esta estructura de séptima dominante, resolviéndola como una sexta aumentada alemana, procediendo así en los compases 427-429.

El tema de apertura tiene intercambios entre los modos mayor y menor como en el primer movimiento.

Los ritmos recuerdan a una tarantela, como ocurre con el cuarteto n.º 14, anterior, al que el movimiento se asemeja en algunas cualidades caprichosas.

En Gramophone, Stephen Johnson se refirió a la obra como el mejor cuarteto de cuerda de Schubert, aunque especuló que se escucha con menos frecuencia que los dos cuartetos anteriores del compositor, no por su menor calidad sino porque es menos accesible al público.

Franz Schubert en 1827