Cueva de San Genadio

[1]​ Forma parte del espacio cultural de la Tebaida leonesa.

La cueva está muy cerca del nacimiento del arroyo Silencio, que abre un corto y fragoso valle de apenas un kilómetro, que desemboca en el arroyo Peñalba, tributario este, a su vez, del río Oza.

Existen referencias medievales al uso de esta cueva, al igual que otras oquedades naturales ubicadas en la misma zona, como estancias rupestres o «habitaciones de un solo monje».

En los orígenes del fenómeno eremítico de la Tebaida leonesa, los santos Fructuoso y Valerio moraron en estancias rupestres, y lo mismo ocurre con San Genadio, cuya biografía replica las de estos dos santos fundadores.

Fray Prudencio de Sandoval (1601) fue el primero en mencionar las cuevas eremiticas del valle del Silencio, denominándolas como Cuevas de Silencio.

Interior de la cueva
San Genadio de Astorga