Cultura Popular (organización)

[1]​ El origen de Cultura Popular fueron las bibliotecas obreras que surgieron en las dos últimas décadas del siglo xix en un intento de fomentar unos conocimientos fuera del control burgués, burocrático o católico.

El organismo, cercano al PCE, generó ateneos, sociedades, círculos de estudio, etc.[2]​ Cultura Popular se constituyó en 1936 como un Comité Nacional integrado por organizaciones juveniles de diferentes partidos, promoviendo ese mismo año la apertura de ateneos y círculos de estudio de Cultura Popular que en 1934, la política represora del Bienio Negro había ordenado que se cerraran.

Teresa Andrés coordinó todas las actividades, así como los cursillos para la formación del personal encargado de los centros y su fondo bibliográfico.

También se llevaron a cabo actividades culturales como exposiciones y lecturas de poemas en programas de radio que emitían música.

[7]​ La gestión revolucionaria de Cultura Popular y en especial, la actividad bibliotecaria republicana, desmanteladas por la dictadura franquista, tuvieron cierta continuidad en América latina, donde el personal bibliotecario exiliado pudo constrir «un segundo renacimiento cultural en el exilio».

Página de la revista Estampa del 29 de agosto de 1936, informando de la presencia de las bibliotecas circulantes y el plan de lectura pública en el incautado palacio de los condes de Revillagigedo.
Los hospitales y el hogar del soldado fueron prioritarios en la política de Cultura Popular tras el estallido de la guerra civil española, aunque sin desatender a los sindicatos y organizaciones políticas antifascistas.