Democracia religiosa

Democracia religiosa[1]​ es el régimen político, nominalmente democrático, en donde los valores religiosos, de una religión concreta, son la fuente de la legitimidad y se expresan en los poderes del Estado.

En el caso de las monarquías protestantes, como Dinamarca, Noruega o el Reino Unido, el rey es también cabeza de la Iglesia (en los Países Bajos se mantuvo esa vinculación hasta 1853, y en Suecia hasta el año 2000).

En Estados Unidos, a pesar de que la libertad religiosa y la estricta neutralidad del poder político ante todas las religiones es uno de los puntos fundamentales de su sistema político, el papel del cristianismo es fundamental en la sociedad y también en la política, hasta el punto que se considera imposible que nadie que no demuestre firmes convicciones cristianas pueda competir por la presidencia.

Las oraciones públicas y las referencias a Dios son constantes.

La school prayer ("oración en las escuelas")[8]​ fue un tema de amplio debate hasta 1963.