Se dice que la nave semicircular habría existido en la catedral anglo-normanda de Winchester, pero el extremo oriental era cuadrado, dos capillas estarían dispuestas rematando los extremos norte y sur, y una capilla absidial que se proyectaba más allá del muro oriental.
Ese pasillo procesional semicircular con capillas de cabecera fue la planta preferida en las catedrales anglo-normandas, y fue seguida hasta cerca del mediados del siglo XII, cuando los constructores ingleses en algunos casos volvieron al extremo oriental cuadrado en vez de usar la terminación absidial semicircular.
En algunos de los ejemplos anteriores, el diseño original se ha alterado en reconstrucciones posteriores; así en las catedrales de Albans, Durham, York y Exeter, no había deambulatorio sino tres ábsides paralelos, en algunos casos externamente rectangulares.
En la Southwell, en Rochester y en Ely, no había ningún camino procesional o deambulatorio alrededor del extremo oriental; en Carlisle no había capillas orientales; y en Oxford solo un ábside central.
En algunos casos se utilizaron las cimentaciones antiguas, como en las catedrales de Chartres, Coutances y Auxerre.
En otras, como en Le Mans, extendieron el extremo oriental, muchas de la misma manera que en muchos de los primeros ejemplos en Inglaterra, excepto con esta importante diferencia: cuando en Inglaterra el extremo oriental absidial fue abandonado a mediados del siglo XII en favor de un extremo cuadrado, los franceses lo desarrollaron duplicando las naves del coro y agregando capillas adicionales.
En León, Barcelona y Toledo el pasaje procesional alrededor del ábside con capillas absidiales recuerda la disposición francesa, habiendo un doble paso alrededor de este último, pero en las catedrales de León y Toledo se enmascara el extremo oriental.