Lowry sabía lo importante que podía ser la exhibición de Londres para llamar la atención del público sobre un artista.
[3] En esta exposición no solo se incluyeron los efectos, sino también las propias máquinas de dibujo como una exhibición interactiva.
Sin embargo, en la década de 1960 ya representaban una tecnología "antigua" en comparación con las computadoras más modernas disponibles en ese momento.
[2] Se maravilló tanto con el funcionamiento mecánico interno de esta computadora, que finalmente decidió capturar sobre papel sus "parábolas incomparables".
[2] Estas máquinas crearon dibujos lineales complejos, abstractos, asimétricos, curvilíneos y repetitivos que se dejaban intactos como dibujos terminados o eran embellecidos por la mano del artista en respuesta a los sugerentes efectos generados por la máquina.
[2] Con la primera máquina de dibujo, Henry empleó bolígrafos para trazar las marcas; sin embargo, con las máquinas que siguieron prefirió usar plumas técnicas con tinta china para evitar el problema de perder nitidez con la exposición prolongada a la luz solar.
[2] Se ha comentado que herramientas tan imprecisas como las máquinas de Henry mejoran la creatividad artística en comparación con los programas modernos de imágenes generadas por computadora, que no dejan margen para la intuición artística.
[2] Ambos elementos, el azar y la interacción, contrastaban con la mayoría de los artistas informáticos o diseñadores gráficos del período, para quienes la primera etapa en la producción de un gráfico digital por computadora era concebir el producto final.
Las imágenes fractales apelan a la apreciación estética intuitiva del orden y el caos combinados.
[13] Henry encontró en los fractales un medio tanto para clasificar su actividad artística como para describir la apreciación estética de sus efectos visuales.
Los partidarios de este movimiento emplearon solo los equipos informáticos disponibles más recientes.
Lucie-Smith (1980) y Goodman (1987) sugieren que es a partir de 1978 cuando puede reconocerse una segunda generación de artistas informáticos; una generación que ya no necesitaba tener conocimientos electrónicos o ser adepta porque el "software lo hace por ellos".
En el siglo XXI, las imágenes producidas y/o manipuladas digitalmente se han exhibido en galerías como verdaderas obras de arte por derecho propio.
En primer lugar, la computadora analógica del visor de bombardeo proporcionó no solo la inspiración, sino también la herramienta principal para producir efectos visuales muy originales.
[2] Finalmente, Henry nunca se inspiró artísticamente en el potencial gráfico de la computadora digital moderna.
[24] En vista de estas consideraciones, se puede decir que las máquinas de dibujo de Henry no solo reflejan la fase experimental temprana del arte y los gráficos por computadora, sino que también brindan un vínculo artístico y tecnológico importante entre dos épocas distintas del siglo XX: la Edad Mecánica/Industrial anterior y la Edad Electrónica/Digital posterior.