El ejército israelí ha destruido o dañado al menos dieciséis cementerios en la Franja de Gaza[1] durante la guerra entre Israel y Gaza de 2023-24, según lo determinado por diversas investigaciones realizadas por CNN, The New York Times y el Euro-Mediterranean Human Rights Monitor.
Sin embargo, el ejército israelí no presentó pruebas al respecto y CNN no pudo verificar la ubicación de dicho túnel después de buscar sin resultado una entrada al mismo en los terrenos del cementerio.
El gobierno palestino en Gaza condenó al ejército israelí por destrozar 1.100 tumbas allí, así como por robar 150 cuerpos.
[17] A finales de ese mismo mes, la aviación israelí destruyó un cementerio islámico en Bani Suheila.
Israel sostuvo que el túnel contenía explosivos, puertas corredizas y alojamiento para combatientes de Hamás.
[19] El ejército israelí permitió a CNN visitar el cementerio y sus alrededores durante tres horas, pero no le permitió ver la supuesta entrada del túnel que, según las autoridades israelíes, estaba dentro del cementerio.
[20] Las fuerzas israelíes ya fueron acusadas de necroviolencia en 2020, cuando una excavadora recogió un cadáver violentamente del suelo.
[24] En marzo, un ataque aéreo israelí de un F-16 contra un cementerio construido recientemente en Jabalia provocó que restos humanos salieran del suelo y fuese necesario volver a enterrarlos.
[27] El 9 de marzo, se registró cómo colonos israelíes destrozaban y profanaban lápidas en el cementerio Bab al-Rahma, en Jerusalén Este.
Para bajar los cadáveres de las azoteas, primero recurrieron a buldóceres que no lograron derribar los edificios, por lo que varios soldados subieron a las azoteas y lanzaron desde allí los cadáveres al suelo.