Al ser interrogado sobre las afirmaciones falsas de Sanders, el vicepresidente Mike Pence declaró que "3.000 personas de interes especial, personas con antecedentes sospechosos que podrían sugerir conexiones terroristas, fueron detenidas en nuestra frontera sur."
[20] Robert Farley, Eugene Kiely y Lori Robertson, de Factcheck.org, respondieron al reclamo del presidente Trump en abril de 2018 sobre "leyes liberales (demócratas) ridículas como Catch & Release" diciendo esta afirmación "distorsiona los hechos".
En el 2015, durante el gobierno de Obama, un juez federal dictaminó que las familias con menores debían ser liberadas lo antes posible.
Además, los migrantes que solicitan asilo también pueden ser liberados bajo "libertad condicional humanitaria".
Las administraciones de George W. Bush y Obama habían mantenido a las familias juntas.
El objetivo de esta operación fue encarcelar y enjuiciar a todos los inmigrantes ilegales que ingresen al país con la vista puesta en deportaciones rápidas.
Sin embargo, también escribieron que el gobierno de Bush "en general" permitía exenciones para los niños, las familias con hijos menores y los enfermos.
Durante el gobierno de Obama se repitió la Operación Streamline, pero sin priorizar a los inmigrantes ilegales que entraban al país por primera vez, y detuvo a las familias juntas en detención administrativa, no penal.
En ese momento, se suponía que las familias podían ser detenidas por un máximo de 20 días.
En cambio, los menores fueron dejados por hasta 25 días en instalaciones que "no estaban diseñadas para retener personas por largos períodos de tiempo".
La Oficina del Inspector General informó que esta cifra podría ser menor a la real porque en sus cálculos CBP utilizó los días de entrada y salida, no horas específicas.
[54] Después, le pidió al Congreso apruebe "una reforma migratoria que proteja nuestras fronteras y mantenga a las familias unidas".
Los abogados acusaron al gobierno de descuidar y maltratar a los jóvenes migrantes.
Sevier escribió una declaración médica diciendo que "las condiciones en las que se encuentran [los menores migrantes] podrían compararse con instalaciones de tortura ... temperaturas extremadamente frías, luces encendidas las 24 horas del día, sin acceso adecuado a atención médica, saneamiento básico, agua o comida adecuada."
Sin embargo, tanto en las instalaciones de Clint como en McAllen, muchos niños dijeron que habían estado detenidos durante tres semanas o más.
De acuerdo con el diputado Marc Veasey, la Patrulla Fronteriza "hizo todo lo posible para mostrarnos instalaciones que estaban en su mayoría vacías", pero los migrantes detenidos "describieron haber sido privados de duchas diarias y otros derechos."
La diputada Lori Trahan describió haber vist que vio mujeres "sollozando en una celda abarrotada porque estaban separadas de sus hijos".
Según los diputados Alexandria Ocasio-Cortez, Judy Chu y Joaquin Castro la Patrulla Fronteriza les había dicho a las mujeres migrantes detenidas que bebieran agua de un inodoro.
[67] Los activistas que se habían reunido en las instalaciones corearon su apoyo al presidente Donald Trump y dirigieron comentarios racistas hacia la diputada musulmana Rashida Tlaib.
Speier publicó fotos de la gira y se les permitió a los diputados traer sus teléfonos con ellos.
Kuster describió a los inmigrantes detenidos que padecían diversas enfermedades: afecciones de la piel, gripe y meningitis.
Con las luces de las instalaciones siempre encendidas, Kuster dijo que los migrantes "no saben la diferencia entre el día o la noche."
CBP acusó a la niña de haber "proporcionado información inconsistente durante su inspección."
El niño dijo que firmó el documento para poder ver a su hermana nuevamente.
Su hermano de 17 años, inmigrante ilegal, también fue detenido, pero se deportó voluntariamente para poder informar a su familia sobre la situación.
[84] Pence describió que en las instalaciones de Donna, "se estaba brindando una atención excelente" a las familias y los menores migrantes.
Afirmaron que detener a menores "obstaculiza gravemente su desarrollo, y en algunos casos puede constituir tortura."
[95] En julio de 2019 Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, declaró estar "profundamente conmocionada" por la información que había recibido sobre las condiciones a las que los menores migrantes habían sido sometidos.
[101] Escribiendo en mayo de 2019 para Wake Forest Law Review Kevin Johnson y Rose Cuison-Villazor argumentaron que las políticas cambiantes del presidente Trump sobre la detención de migrantes "no lograron crear una política que estableciera límites legales."
El enfoque duro de su gobierno con respecto a la inmigración con detención obligatoria ignoró que "la gran mayoría" de las familias que pagaban fianzas para ser liberadas mientras esperaban las audiencias finalmente volvían para asistir a sus audiencias.