Conocida por su belleza y su cultura, estaba particularmente familiarizada con Michel de Montaigne.
Apasionada de la literatura cortesana, fue en el romance caballeresco "Amadís de Gaula" donde Diane encontró a una heroína con la que sentirse identificada y cuyo nombre adoptó: "Corisande".
Diane tuvo una gran influencia sobre él entre 1582 y 1590 debido a que a diferencia de sus otras amantes ella sí tomó parte en sus asuntos políticos, permaneciendo fiel al rey toda su vida.
Durante las guerras de la Liga, con el fin de ayudar a Enrique, Diane vendió sus diamantes, empeñó sus posesiones, y envió un ejército compuesto por 20.000 gascones el cual había reunido a su costa.
El rey prometió por escrito casarse con ella, si bien nunca llegó a cumplir su palabra.