Dictadura de Tiburcio Carías Andino

Para 1930 Honduras pasaba por una situación político y económica crítica, la década anterior Honduras fue una marcada por una constante crisis política, golpes de estado, y guerras civiles que dañara la economía del país sumado con el crac del 29 que afecto severamente la vida de los ciudadanos Hondureños en visto que la economía del país dependía de las exportaciones a los Estados Unidos.

Viendo las acciones del primer mandato del General Carías se veía destinado a terminar en otro golpe de Estado inminente, ya que en 1935 el Partido Liberal aún en contra de los deseos del presidente saliente, Doctor Vicente Mejía Colindres, se alzó en una revuelta, ocasionando que Carías junto con las Fuerzas Armadas a sus órdenes y nuevos armamentos, que se habían adquirido tras una compra al gobierno de El Salvador, sean aplastados rápidamente.

Registros de la época así como Historiadores han dado por hecho que el general Carías era simpatizante del fascismo y sentía una admiración por la Italia fascista y la Alemania Nazi, al grado que varios aspectos de ambos regímenes fueron copiados por su administración.

[5]​ Se sabe que en las elcciones de 1936 hubo una campaña mediática financiada y apoyada por la iglesia para promover su estadía en el poder.

Socialmente se limitaron ciertos avances en cuanto a los derechos femeninos y se instauraron la Pena capital, siendo el medio de ejecución principal pelotón de fusilamiento muchos realizados en plazas de las ciudades, si bien las medidas contra la criminalidad y la represión contra opositores del general Carías eran consideras algo excesivas, se notó una cierta calma y orden social debido al miedo que influía en la sociedad Hondureña en ser fuertemente reprendidos por las fuerzas del orden.

La dictadura incluso hizo su labor desarticulando a sindicatos obreros de la costa norte así como los movimientos organizados por los trabajadores o campesinos.

Además de eso mantenía buenas relaciones con los países vecinos, tenían mucha cercanía con los dictadores Jorge Ubico y Maximiliano Hernández.

Retrato presidencial de Carías Andino.
La Batalla de la Ceiba Durante la Segunda Guerra civil de Honduras , a inicios de los años 30 El país estaba debilitado, empobrecido, e inestable política y económicamente.
Parque la Concordia en Tegucigalpa terminado en 1939. El jardín maya se levantó para simbolizar la grandeza de la raza que se le legó a los Hondureños y la unión de con la sangre en el mestizaje con los españoles.