Murió en cautiverio por negarse a formar a sus enemigos rifeños, siendo distinguido póstumamente con la Cruz Laureada de San Fernando de 2.ª clase.
Era amigo del teniente Santiago Cuello, militar que sirvió en la misma guerra y mandaba otros destacamentos.
Herido en la cabeza y en un brazo, dirigió los disparos de su unidad animando constantemente a sus hombres.
[2] Una base discontinua del Ejército de Tierra situada en Melilla lleva su nombre.
También hay calles con su nombre en las ciudades de Barcelona y Mérida.